domingo, 18 de diciembre de 2011

Ohmmmm

La colaboración entre científicos y destacadas figuras del budismo que tienen como objetivo ampliar la comprensión del conocimiento a fin de generar un aporte no solo para el avance de las ciencias sino del desarrollo humano en todas las dimensiones de la vida.


Una de las iniciativas que ha fomentado el avance del estudio científico de la meditación proviene del Instituto Mente y Vida, con sede en Estados Unidos. Este instituto busca  el entendimiento de la mente humana  así como los beneficios de prácticas contemplativas como una forma integrada de conocimiento.

Un cuento sufí –de la doctrina mística del Islam– relata la historia de Nasrudin quien pierde sus llaves en el camino, y las empieza a buscar debajo de la luz del farol. A medida que pasa el tiempo se suman vecinos a ayudarlo a encontrarlas, pero luego de mucho tiempo, la búsqueda ha sido en vano. Finalmente, uno de los vecinos le pregunta a Nasrudin, “¿Seguro que las perdistes aquí?”, “No”, responde Nasrudin. “¿Entonces por qué las buscas aquí?”, le preguntan, y el responde: “Porque en esta esquina hay luz, mientras que la otra esquina está muy oscura.”


En cierta medida, el relato refleja los condicionamientos que regulan la mente y el comportamiento humano en la vida cotidiana, en el modo en que se imparte la educación a los niños y la manera en que se ejerce la práctica científica, entre otros ámbitos de la vida, según se destacó recientemente en la conferencia “La meditación, su importancia en el campo de la ciencia y la educación”, brindada por uno de los pioneros de la psicología transpersonal, el doctor Claudio Naranjo, en el auditorio de la Facultad de Medicina de la UBA.

Para el médico psiquiatra Naranjo, que ha sido investigador de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos) , la meditación constituye una herramienta de gran relevancia  en el campo de la educación ayudando a mejorar aspectos tales como “la paz interior, la atención a las propias vivencias y otras que favorecen no sólo la salud mental, sino también el desarrollo interior de las personas, más allá de sus capacidades de producción.”

Según Naranjo, el que se interesa en estudiar la meditación, se hace un poco creyente de que la meditación sirve. “El hecho de que haya correlatos neurofisiológicos ya es un indicio de que es real. Creo que la cercanía entre la comunidad científica y la comunidad de quienes practican meditación inspirará un poco de fe de ese ideal humano que es más solidario”, aseguró a la Agencia CyTA. Y subrayó que desde el punto de vista de la investigación, la meditación libera la intuición por lo cual “puede que haya una ayuda a la capacidad inductiva en la ciencia.”

Por último, abogó por una “ciencia menos arrogante en su denigración de lo que no se comprende o aún no ha sido comprendido” y destacó que para la ciencia sería útil mostrar “la capacidad de estar abierto a todas las ideas. Ser riguroso, y tener una apertura, al mismo tiempo.”

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